Para esta pregunta yo creo que hay dos respuestas, o mejor dicho, dos formas de ver según con que cristal se mire el problema: como profe o como madre.

Como madre que ha sufrido la negativa total y absoluta de un hijo a masticar, le diría que no se apresure a incorporar totalmente la comida "entera". No dejar de lado esos purés batidos con tantas verduras, legumbres y carne; sino ir "batiéndolos" menos cada día. Más tarde cuando coma platos de "mayores" presentárselos hábilmente, no la verdura sola y cocida como perdida en el plato... usar la creatividad también a la hora de cocinar.

